Biblioteca de la Universidad

Historia de la biblioteca Dos actos de generosidad están en el origen de la Biblioteca Universitaria de Bolonia. En el primero, Luigi Ferdinando Marsili (1658-1730), noble de Bolonia y general del Imperio, creó el Instituto de Ciencias en 1712 y lo dotó de sus propias colecciones científicas, sus libros, 900 manuscritos orientales y 120 manuscritos relativos a sus obras. En 1742 este primer núcleo de la Biblioteca se enriqueció con manuscritos y obras impresas, así como con la colección de láminas xilográficas y acuarelas del gran naturalista boloñés Ulisse Aldrovandi. En septiembre de 1755, el Papa Benedicto XIV (Próspero Lambertini 1675-1758) donó a la Biblioteca del Instituto unos 25.000 volúmenes impresos y 450 manuscritos. Ese mismo año, impuso a los impresores de Bolonia la entrega obligatoria de toda obra impresa y, al año siguiente, decretó la apertura de la Biblioteca al público, que tuvo lugar en 1756. El crecimiento del patrimonio de la Biblioteca, tras las donaciones del Papa Lambertini y del Cardenal Monti, exigió la modificación y la ampliación del edificio. Así se construyó la nueva sala de lectura monumental, conocida como Aula Magna, que el Papa Benedicto XIV encargó al arquitecto Carlo Francesco Dotti (1670-1759). A la fase de consolidación le siguieron los cambios provocados por la dominación francesa: en el plano patrimonial, ésta aportó una cantidad considerable de libros y manuscritos, procedentes de las supresiones conventuales de 1797. Con el primer decreto de bibliotecas de la Italia unida (1869), la Biblioteca pasó a formar parte de las bibliotecas gubernamentales más importantes y en 1885 fue incluida entre las "Bibliotecas de la Universidad". Como tal, ha sido objeto de numerosas donaciones que han dado lugar a fondos especiales, mientras que, desde el punto de vista bibliotecario, ha perseguido y persigue hoy en día no sólo la función de colección histórico-retrospectiva, sino también la de centro de excelencia en los sectores de la información catalográfica y bibliográfica. Hoy, tras unos años de renovaciones y traslados logísticos, el edificio histórico del Palazzo Poggi está flanqueado por la nueva sede, con dos amplias y cómodas salas de consulta, la Torre del Libro, donde ya han encontrado acomodo 500.000 volúmenes, y los nuevos almacenes compactos de revistas. En ambos almacenes se aplican las más modernas tecnologías de la información para la manipulación automatizada del material bibliográfico. Además de la gran colección de más de 1.250.000 volúmenes, también hay una pinacoteca con 400 retratos de personajes famosos, mientras que los frescos del siglo XVI recientemente restaurados convierten la Biblioteca en una atracción imperdible para los visitantes.